Villanueva de la Vera se formó bajo el señorío de D. Diego López de Zúñiga, a finales del siglo XIV y o principios del siglo XV, uniéndose cuatro aldeas bajo la advocación de los Santos Justo y Pastor, fundando la iglesia de San Justo y Pastor enclavada en el barrio de Cerro, hoy muy cercano a centro neurálgico de la localidad pero en el momento de su construcción se encontraba a las afueras junto al camino que conducía a Madrigal de la Vera.

El edificio del templo que algunos autores califican de ermita, ha sido datado hacia finales del siglo XV y se encuentra prácticamente derruido, conservando únicamente los muros norte, sur y oeste. Construida con rústica mampostería y refuerzos de sillería en las esquinas. De la capilla mayor no queda más que el arranque de arco triunfal. Las tres portadas son de gran sencillez. La de poniente con arco apuntado, la del medio con arco de medio punto y la septentrional está tapiada. Sobre el muro sur se abre una ventana con arco conopial tallado en un solo sillar. Los muros de poniente y de medio día llevan una hilera de ménsulas dónde apoyarían las soleras de un soportal corrido a lo largo de ambas alas.

Su retablo mayor y la pila bautismal, según algunas fuentes, se llevaron a la nueva iglesia.

Su abandono y posterior deterioro se debió, posiblemente, a su ubicación excéntrica, así como a su reducido tamaño. Sería cerrada a raiz de la construcción de la parroquia de la Inmaculada Concepción, en el siglo XVI, de mayor capacidad y mejor ubicada. Aunque quizá pudo mantenerse un tiempo abierta al culto, su abandono definitivo no debió de demorase demasiado, puesto que ya en el Diccionario Geográfico de Pascual Mádoz, publicado a mediados del siglo XIX, no se la cita.

Cuenta una leyenda que una año de peste, sacaron las imágenes de los santos Justo y Pastor hasta unos "lanchos" que había en la Cruz de la Pasión, lugar situado en la zona este del pueblo, y de allí no pasó la peste.

Bibliografía: www.santjust.org; www.jccanalda.es